Cuando se habla de romanticismo, se habla de Bécquer, eso es
seguro. Después de leer Las Rimas y leyendas es imposible negarlo.
Mucho antes de leer este libro, había escuchado en
incontables ocasiones frases como “Podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía”
o “¿Qué es poesía? dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul; ¿Qué es
poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía... eres tú.” Y a pesar de formar parte de
aquellas palabras imperecederas, no había caído en la tentación de saber de dónde
venían, quién las había escrito y con motivo de qué.
A veces en el Instituto nos dan a leer esta clase de joyas,
quiero que se sepa que estoy agradecida por ello. Llegan tantos libros a
nosotras y no todos de la calidad de este, no todos de la profundidad de este.
Está escrito sin pretensiones, al contrario, las palabras
fluyen de forma relajada y nos arrastran en una vorágine de lectura que no
quiere acabar.
Dice el autor: Por los temerosos rincones de mi cerebro acurrucados
y desnudos, duermen los extravagantes
hijos de mi fantasía, esperando en silencio que el Arte los vista de la palabra,
para poderse presentar decentes en la escena del mundo.” Solo decir que lo
consigue absolutamente, que muchas de las rimas quedarán grabadas en mi corazón
“Por una mirada, un mundo; por una sonrisa, un cielo, por un beso,.. ¡Yo no sé
qué te diera por un beso!” y otras en mis sueños “Yo no sé si esto es una historia que parece cuento o un
cuento que parece historia…”.
Junto con Pierrot, les recomendamos que las lean. No se arrepentirán. ¡Nos vemos en otra lectoaventura !