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miércoles, 19 de septiembre de 2012





Bien otra vez de regreso. Esta vez para seguir con nuestro ritmo habitual de post que se ha visto interrumpido por un verano muy social y cinematográfico.
Posteamos anteriormente El nombre del viento, hoy voy a compartir con ustedes mi opinión sobre el segundo libro.
Este libro me ha dado más de un quebradero de cabeza. Es muy, muy largo para mi gusto.
Desarrolla la trama mucho más que el primero, pero ralentiza el ritmo de lectura con innumerables situaciones que parecen no tener ninguna relevancia (algunas pueden sorprender luego) y aunque se nutre de historias nuevas, siempre conservando a Kvothe por supuesto como protagonista, se pierden bastante otros personajes que en el primer libro tuvieron más protagonismo. De la trama, no es que se haya avanzado mucho en realidad (Y eso es lo más molesto), pero el autor escribe bien, y aunque pesen las 1190 páginas es imposible dejar de leerlo.
El romance tampoco es aquel que se espera en una novela (nada estilo Crepúsculo), pero si diría que es una historia de amor con tantos matices que eso es lo que la hace más real y por tanto más cercana.
Mientras leía pensaba: A ver como va a resolver esto el autor ¡El tercer libro será de 1800 páginas!
De todos modos lo recomendamos. Para quienes no tengan problemas con los ritmos de lectura y mucha paciencia.
Nos vemos en otra lectoaventura ^-^

1 comentario:

Daniela dijo...

A mi también me pareció largo este libro, pero es verdad que está muy bien escrito. Los personajes son atractivos y su papel en la novela interesante. Lo preocupante como dices es de qué forma va a desenrollar la maraña en el tercer libro.
Es un gusto que estén de regreso. No se vayan del blog tanto tiempo!!
Besos.